FALLEN
En el distante planeta Elysia, donde los cielos violeta se reflejaban en jardines flotantes, nació Fallen.
Desde joven, su sonrisa era tan radiante como engañosa, ocultando la tormenta de sentimientos que lo consumía por dentro. El viajo por el universo en busca de inspiración y aventura.
Durante las noches estrelladas, él se quedaba despierto contemplando las estrellas, preguntándose si alguna vez encontraría paz.
La música se convirtió en su refugio y su salvación, una forma de canalizar sus emociones tumultuosas.
Cada solo que componía era una expresión de su batalla interna, una lucha silenciosa por encontrar equilibrio en un universo caótico.
En medio del caos, Fallen se encontró solo frente a la vastedad del espacio, enfrentando sus miedos más profundos. Fue entonces cuando se dio cuenta de que no podía seguir luchando en solitario.
Necesitaba confrontar su ansiedad, no como un adversario, sino como una parte vulnerable de sí mismo que merecía ser entendida y sanada.
De regreso en Elysia, buscó la guía de los ancianos sabios, quienes le enseñaron el arte de la meditación y el poder de la autocomprensión. Aprendió a aceptar su ansiedad y depresión como parte de su viaje, encontrando consuelo en la conexión con su interior y en la creación, es ahi que entre esos sabios, se encontraba Ill Maestro, quien lo tomo como el profeta faltante para pregonar la profecía de NYGMA.
Hoy en día, en cada actuación de Nygma, los solos de Fallen resuenan con una nueva profundidad, mezclando la melancolía con la esperanza.
Su sonrisa ya no es solo una máscara, sino un faro de esperanza para quienes también luchan en silencio.
A través del arte, él comparte su historia de redención y la búsqueda eterna de paz en un universo de misterios infinitos.